El diálogo social abarca todos los tipos de negociación, consulta e intercambio de información entre representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores sobre cuestiones de interés común. Abarca procesos tripartitos e instituciones de diálogo social, como los consejos sociales y económicos; instituciones, como sindicatos y organizaciones de empleadores; y procesos, como la negociación colectiva.
El objetivo principal del diálogo social en sí es crear consenso entre los actores en el mundo del trabajo. Las estructuras y los procesos de diálogo social exitosos tienen el potencial de resolver importantes problemas económicos y sociales, fomentar la buena gobernanza, promover la paz y la estabilidad social e industrial, así como impulsar el progreso económico.
Por lo tanto, el diálogo social desempeña un papel clave en el logro del objetivo de la OIT de promover oportunidades para que las mujeres y los hombres obtengan un trabajo decente y productivo en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana. Los indicadores del diálogo social son un elemento importante para medir el progreso del trabajo decente. La medida en que se ejercen efectivamente los derechos al diálogo social se refleja, entre otros, en cuatro indicadores estadísticos: